Do you wanna? I know you wanna... [Anna's Relationships]

A veces el ser modelo le hace vestirse de una forma que normalmente no estaría acostumbrada, cuando todo lo que ella quiere es ponerse un par de jeans y un polo bien ancho que le tape y le haga sentir bien. Ella es así, buscando la comodidad ante todo, hasta con gustos un tanto raros para una chica, y peor, una chica de pasarela. Pero eso no quiere decir que se la pase quejando en el trabajo. Cuando es cuestión de responsabilidades, es admirada por muchos, dispuesta a sacrificarse todo de ella para que la tarea salga bien hecha, no importa si eso significa horas y horas de trasnochadas con ojeras horrorosas debajo de los ojos. Sabe perfectamente que después de la tormenta, viene el paraíso; si incluso, antes de ser modelo, quería ser universitaria, pero la vida da vueltas, y es mejor recibirla con buena cara. No es usual verla lamentándose de las cosas que le pasan, tampoco quiere decir que nunca le ha pasado nada malo. A todo el mundo le va no tan bien en algún momento de su vida, pero no es algo innato de ella el estar contando sus pesares a cualquiera que pase la esquina. Puede que peque de contenida y muy discreta, al punto de resultar secreta, pero se hace de querer. Tal vez más por su capacidad de escuchar que el de decir cosas. Porque así termina ella, como el paño de lágrimas o la almohada para pensar para todo ser que ella proteja. No te dirá palabras de aliento o frases cursis, pero lo más importante, te acompañara para siempre cuando la necesites, te dará un beso en la frente, te arropará en la cama y estará ahí para ti, tratándote como al mismo enfermo o desalojado. Ni tendrás la necesidad de llamarla, ella ya lo intuirá como una buena madre.

Y así como una buena madre, puede ser la perfecta amiga de fiestas. Preparada y a la orden de realizar cualquier locura, beber como hombre y festejar como adolescente descarrilada. Disfruta de la buena vida y sabe cómo hacerlo a su propio estilo, no aguantando a las personas que no puedan estar a su propio “nivel de alcohol”. Tampoco cree que para divertirse se necesite de ello, pero es un buen desinhibidor social. Lista para hacer cualquier cosa, desde ir a jugar golf o hasta comprar boletos para la lucha libre, y si la necesitan para un claustro voluntario de noche de videojuegos, pues cuenten con ella. O solo para ir de compras o tomar un helado –siempre de sabor moca- también la verán. Al mismo tiempo, no piensen que es una loca que anda con los pies en la luna: bastante modesta y humilde, centrada y, aunque una que otra vez se muestre indecisa, ella sabe lo que quiere y lo logra con el sudor de su frente, no con el de alguien más. Si algo tiene, es porque se lo ha ganado, aunque en el camino haya sufrido. Ella no se da cuenta, pero lo que digan las demás personas, realmente le importan. Las palabras resultan doloras igual que las acciones y si una persona la ha tratado mal, prefiere alejarse de ella sin hacer algún escándalo bochornoso. La diplomacia siempre primero.